sábado, 23 de abril de 2011

Un puñado de vinos gallegos en Viernes Santo...

Viernes 22 de Abril

Nos encontramos en plena Semana Santa y más concretamente Viernes Santo, no existe si cabe mejor oportunidad para reunirse con un grupo de amigos y degustar una buena carne roja a la parrilla y… unas chuletillas al sarmiento por ejemplo. Todo ello regado por un buen puñado de vinos gallegos. Siendo sincero y resumiendo hacia ya algún tiempo que teníamos planteada una pequeña cata de vinos procedentes de diferentes denominaciones gallegas. Los elegidos por diferentes circunstancias fueron los siguientes : de la bodega Alan De Val perteneciente a la D.O Valdeorras dos de sus vinos denominados “Pedrazais”, el primero monovarietal de Godello fermentado en barrica, el segundo un tinto elaborado 100% con la variedad Mencia con paso por barrica. Para el apartado de blancos complementamos la ocasión con Zarate “El Palomar”, y la ultima añada de Sketch, elaborado por el mediático Raúl Pérez, dos blancos Pontevedreses el primero acogido a la D.O Rias Baixas, el segundo calificado como vino de mesa, ambos elaborados con el varietal albariño. Para finalizar dos tintos más, FATHER 1943 de Crego e Monaguillo, perteneciente a la orensana Monterrei y Cuveé Caco, vino que elabora Xoxe Lois Sebio en la bodega Coto de Gomariz y que sale al mercado calificado como vino de mesa.
Comenzamos con Alan De Val “Pedrazais”, parte de la godello utilizada para la elaboración de este vino fermenta en barricas de 225 litros y se cría aproximadamente 5 meses en las mismas donde se le practica batonagge, la otra parte fermenta en depósitos de inoxidable, a continuación se ensambla, el resultado es un vino que se mostró en copa amarillo paja, limpio y brillante, la nariz es franca de intensidad aromática media, los aromas de fruta blanca y fruta de hueso aunque ésta en menor medida están presentes, se aprecian leves notas de aromas secundarios producidos por la fermentación y notas florales. Sobresale una nota cítrica muy acentuada de cascara de lima que evoluciona con el paso de los minutos hacia la de naranja, la madera está bien integrada, los ahumados son leves y agradables y existe cierta mineralidad. Una vez en boca es graso y voluptuoso, de buen paso, la acidez es buena, a pesar de tener 14´2 Vol % el alcohol está bien integrado, no hay predominio de madera por lo que resulta un vino fácil, bien elaborado y muy agradable. El siguiente vino fue Zárate “El Palomar”, éste nace de una parcela de 0´5 has de suelo granítico de poca profundidad de la variedad albariño ubicada en la subzona del Sálnes. Es una parcela de pie franco con muy bajo rendimiento. El vino fermenta de forma tradicional en un foudre de roble francés de 2200 litros, a continuación pasa 10 meses en éste. La añada 2008 dio como resultado 2900 botellas. En copa es de color amarillo paja muy similar al anterior, las notas ahumadas y tostadas sobresalen en primer plano, la intensidad es media – baja, hay notas de frutos secos y fruta de hueso, es un vino mineral, en boca la acidez un tanto cítrica está muy marcada, le falta fruta y volumen, es un vino para guardarlo unos años, evolucionara muy bien en botella. Dábamos paso a Sketch de la añada 2008, elaborado con cepas de albariño procedente de una sola parcela de más de 40 años, fermenta y se cría en barricas de 700 litros durante 12 meses haciendo batonagge, parte de su producción se sumerge en la ría de Arousa a 30 metros de profundidad aproximadamente 2 meses, desconozco el numero de botellas de esta añada, pero su producción suele estar en torno a 900. En copa nos ofreció un color amarillo dorado de poca intensidad, sorprende su complejidad en nariz, aromas florales y seductores de fruta blanca madura, manzana verde y pera, aunque lo que más predomina es la fruta de hueso y curiosamente aceituna negra y anchoa ahumada, notas cítricas sobre un fondo ahumado, especiado y mineral, la nariz es fina y muy elegante, en boca es graso y untuoso, hay volumen de fruta y acidez, un tanto elevada, la cual le augura un gran futuro, es un vino sabroso con volumen y peso de fruta, opulento y mineral. En cuanto a los tintos comenzábamos de nuevo con Alan De Val “Pedrazais” Barrica 2008, elaborado con la variedad mecía en su totalidad, antes de su embotellado pasa 12 meses en barricas de roble francés y americano de 225 y toneles de 500 litros de roble francés con diferentes tostados. En copa su color rojo cereza de capa media daba paso en nariz a notas de fruta roja, sobresale su carácter varietal ofreciendo aromas primarios, aromar vegetales y frutales, aunque resulto un poco corto en nariz, en boca es seco y astringente, la madera está bien integrada y es fresco pero el tanino está sin pulir, por otra parte hay acidez y el alcohol 14´6 Vol % está bien ensamblado, de nuevo otro vino de Alan De Val muy sencillo, bien elaborado y correcto. Continuábamos con otra mencia, en esta ocasión el turno era de FATHER 1943 de la añada 2008 un tinto de perteneciente a la D.O Monterrei y elaborado por Crego e Monaguillo, en copa su nariz nos dejaba un tanto desconcertados, en primer plano la nariz no era franca, se apreciaban aromas de reducción, al cabo de unos minutos sobresale la fruta, fruta roja concentrada y madura pero con un verdor desconcertante, rotando la copa se muestra goloso, los ahumados y tostados son agradables, en boca fresco, amable y de cuerpo medio, hay fruta madura, es largo y persistente. Para finalizar Cuveé Caco 2006 de Coto de Gomariz cuyos vinos están acogidos a la D.O Ribeiro, en este caso este vino sale al mercado como vino de mesa, se caracteriza por estar elaborado con variedades casi extinguidas, en su coupage intervienen un 60% de Souson, 10% Caiño da Terra, 10% Caiño Longo, 15% Carabuñeirauna y un 5% de mencía. Nace de la finca “La Ferreira” de suelos de esquisitos y arcilla,en cuanto a las viñas ofrecen rendimientos muy bajos, por lo que el resultado son vinos muy potentes y tánicos que deben ser domados con madera nueva. Este Cuveé Caco del que se elaboran 6900 botellas pasa 20 meses en barricas. En copa su color en negro picota intenso y muy cubierto, de entrada el tostado está marcado, con el tiempo en copa se denota gran concentración de frutos del bosque, moras, arándanos y grosellas, hay notas terrosas, especiado y balsámico, notas de hierbas de monte, es un vino muy complejo, en boca es potente y estructurado pero a la vez fresco y con acidez, de cuerpo medio y muy sabroso. Mejorará aun más en botella. Al no filtrarse ni clarificarse el vino deja sedimento en la botella.